Las fuerzas de Kiev bombardean una refinería y una fábrica de drones a 1.200 kilómetros de la frontera y causan cinco muertos, según medios locales.
Volodímir Zelenski no se deja amilanar, ni siquiera por Estados Unidos, su mayor aliado junto a la Unión Europea. El presidente ucranio reconoció el viernes en una entrevista en The Washington Post que la Administración estadounidense le ha hecho saber que no quiere que Ucrania prosiga con los ataques contra la industria petrolera rusa. La razón es que temen una escalada global de los precios de los combustibles. Pese a la oposición de Washington, drones bomba de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniana atacaron bases petroleras rusas.
Un edificio dañado tras un ataque con dron de Ucrania en Yelabuga, en Tataristán, este martes.OSTOROZHNO NOVOSTI (REUTERS) foto portada