El filipino Herbert Chavez, que se autodenomina el «mayor fan del mundo» deSuperman, ha pasado por un total de 26 dolorosas operaciones de cirugía estética para transformar su rostro asiático en un calco del de su ídolo.
«Superman siempre ha sido mi obsesión, desde que vi una de sus películas cuando tenía tan solo 4 años», dice Chavez rodeado de estatuas de tamaño natural de uno de los superhéroes más populares de la historia.
En su modesta residencia, situada en la provincia de Laguna, al sudeste de Manila, la famosa «S» de Superman está por todas partes: desde la mesa del comedor pasando por la cortina de la ducha, los vasos, platos, tazas, la pasta de dientes, el cepillo, el champú o la alfombrilla del baño.
«Siempre ha sido mi sueño ser igual que él y he hecho todo lo posible para serlo», explica con una sonrisa.