En el marco del Día Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud Pública junto a OPS presentaron avances y compromisos vinculados a la salud materna, la primera infancia y la adolescencia. La ministra de Salud Pública reafirmó el compromiso con una atención integral desde la gestación para garantizar derechos desde el inicio de la vida.
En el salón de actos del Ministerio de Salud Pública, se realizó la jornada “Salud materna, primera infancia y estrategias gubernamentales para una sociedad más saludable”, con la participación de la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, representantes de la OPS/OMS y autoridades nacionales. El encuentro tuvo como eje central una de las diez prioridades definidas por la ministra al inicio de su gestión: mejorar la atención integral de la salud desde el embarazo, la infancia y la adolescencia, así como de sus núcleos familiares.
Lustemberg subrayó que “las desigualdades no empiezan en la infancia, empiezan en la gestación”, y remarcó la necesidad de actuar desde el comienzo mismo de la vida. En ese sentido, anunció que una de cada cinco mujeres sufre depresión o ansiedad en el período perinatal, y que este tipo de problemáticas deben ser abordadas desde el sistema de salud con una mirada profesional y empática. “El Estado tiene que estar ahí”, enfatizó, citando datos de la OPS y estudios internacionales que reflejan los efectos a largo plazo del parto sobre la salud mental de las mujeres.
Como parte de las medidas concretas anunciadas, se presentó el nuevo carné perinatal, una herramienta clave para el seguimiento del embarazo y el posparto. Este documento no solo facilita la articulación entre los equipos de salud, sino que también conecta a las gestantes con información sobre sus derechos a través de un código QR que remite a prestaciones del Ministerio de Desarrollo Social. “Vamos a trabajar por una atención más integral durante el embarazo y el posparto”, sostuvo Lustemberg.
La ministra también recordó que una atención de calidad en estos momentos de la vida es clave para reducir la pobreza infantil y favorecer el desarrollo de proyectos de vida dignos. En ese sentido, compartió las metas trazadas para el 2025: reglamentar completamente la Ley de Garantías para la Primera Infancia, Infancia y Adolescencia, integrar los sistemas de información con etiquetado de inversión social, y conformar un Gabinete específico con un plan estratégico de trabajo en marcha.
La directora general de Salud presentó un diagnóstico detallado de la situación sanitaria en Uruguay, haciendo foco en la salud materna e infantil como pilares fundamentales para una sociedad más saludable. Destacó que, si bien se registró una disminución del 4,4% en la tasa de mortalidad infantil en comparación con 2019, persisten desafíos vinculados al bajo peso al nacer (8,9%) y la prematuridad (10,1%), indicadores que exigen acciones sostenidas e integrales. Además, subrayó la necesidad de un enfoque basado en el trayecto de vida, lo que implica actuar desde el embarazo y proyectar la atención hasta la adolescencia.
La exposición hizo énfasis en la importancia de lograr equidad en salud, implementando políticas que impacten a nivel nacional y aborden los determinantes sociales desde una perspectiva interinstitucional. Nozar, directora general de Salud también señaló la urgencia de descentralizar la gestión, definir prioridades según las realidades locales y reforzar las políticas preventivas. Además remarcó la incorporación de los usuarios en la gestión de salud, la formación descentralizada de recursos humanos y la necesidad de enfrentar retrasos asistenciales con estrategias específicas por institución y territorio.
Al cierre de la jornada, la ministra dejó un mensaje que sintetiza el espíritu de su gestión: “Nosotros somos representantes del sistema de salud y sabemos lo que es estar del otro lado”.