Mario Cayota, exembajador ante el Vaticano, fue nombrado por el presidente Tabaré Vázquez delegado del gobierno para tareas de investigación de los archivos de la Iglesia Católica de la época de la dictadura en Uruguay, documentos necesarios para la investigación de los delitos de lesa humanidad perpetrados entonces. El mandatario había anunciado en ocasión de su visita al Papa que dichos trabajos comenzarían en esta fecha.
