Los balnearios son las estrellas de esta temporada de verano 2017. Y con el verano los jovenes se instalan en determinadas playas ,donde esta la movida.

En esta oportunidad, los balnearios de la costa rochense serán los encargados de generar una mezcla de público universitario, a diferencia de un público mas familiar el resto del año.
El alcalde del municipio que comprende a ambos balnearios, José Luis Olivera, y la responsable del área de turismo de Rocha, Ana Claudia Caram, están aguardando un resultado más que positivo.
«Desde la municipalidad esperamos esta temporada con una expectativa enorme», dijo Olivera a El Observador.
Medidas que benefician a visitantes de éstos balnearios de Rocha es que incorporarán puntos de conexión a WiFi gratuitos como servicio a los turistas.
La municipalidad está trabajando desde hace varias semanas para reconstruir bajadas a las playas y casetas de guardavidas que los diferentes temporales que azotaron la costa durante el año han destruido.
La seguridad será otro de los puntos reforzados esta temporada. Olivera dijo que la policía local contará con el apoyo de la Guardia Republicana y de Bomberos, para «prevenir» disturbios e incendios y no para «reprimir» a los veraneantes.
El público que visitará La Paloma y La Pedrera durante las primeras semanas de enero será más que nada joven.
El hecho de que dos boliches grandes (uno de ellos vinculados a locales nocturnos de Montevideo) hayan decidido instalarse en La Aguada –ubicado entre ambos balnearios, a cinco kilómetros de La Paloma– es una muestra clara de que la apuesta está en los jóvenes (ver apunte).
Tanto Caram como Olivera aseguraron que habrá dos franjas de turistas, una que rondará entre los 19 y 25 años, y que busca más que nada boliches y playas; y otra de entre 30 y 40 años que consumirá la mayor parte de la nueva infraestructura de las ciudades, desde los restaurantes más tradicionales y las heladerías, hasta los pubs nocturnos con ofertas de tragos y gastronomía.
Será un desafío para las autoridades hacer convivir el conflicto de intereses entre ambos grupos; entre los que quieren fiesta y los quieren descansar. Ya esta desde hace años instalada ésta problemática y va en aumento la quejas .
«Hemos ido aprendiendo de las situaciones y de los conflictos. Tanto el público como el gobierno y los dueños de los boliches han ido adquiriendo experiencias y se han acostumbrado a equilibrar ambos mundos y hacerlos convivir. En definitiva son los jóvenes los que ponen al balneario en una vidriera interesante», dijo Caram.
Por su parte, Olivera explicó que si bien la presencia masiva de jóvenes puede «espantar» a los veraneantes más adultos, «no hay que ser drásticos» con eso.
La Intendencia regulará el horario de finalización de la actividad nocturna que será entre las 6 y las 7 de la mañana, aunque las autoridades reconocieron que serán más flexibles con los boliches en La Aguada.
Habrá brigadas de limpieza trabajen desde temprano para dejar las calles y las playas limpias a tiempo para recibir a las familias.
Caram aseguró que a lo largo del año tanto los comerciantes como las autoridades de turismo han estado recibiendo «señales» que auguran un verano exitoso. Estas señales, explicó el alcalde, son un aumento tanto en la oferta gastronómica, hotelera y de servicios turísticos, como de demanda no solo en verano si no que también fuera de temporada.
«Hace dos años el turista venía a La Paloma en octubre o noviembre y tenía uno o dos restaurantes abiertos, ahora tenés al menos siete u ocho y con buena calidad de platos y a precios accesibles», contó Caram.
Agregó que este tipo de riesgos por parte de los empresarios ayuda a «desestacionalizar» el turismo interno en la costa.
A pesar de que la cifras de visitantes ha fluctuado a lo largo de los años, la encargada del área de turismo de Rocha aseguró que el uruguayo sigue siendo el «turista fuerte» para el departamento costero y representa un 60% del total de los veraneantes.
A su vez, el público argentino y brasileño significó –y se proyecta que también lo sea para este verano– el 30% del total. A pesar de que solo el 4% de los turistas son extraregionales, la Intendencia valoró esta cifra –que ha subido en tres puntos porcentuales en los últimos años– como muy positiva.
Los dos grandes boliches que tiene La Paloma este verano son Va Como Piña y Barbas.
Ambos se encuentran ubicados en La Aguada y comenzaron su campaña de venta de entradas en Montevideo hace varios meses.
El sistema de preventa es exclusivo de abonos VIP, que se pueden adquirir vía Facebook.
Estos ingresos cuestan entre US$ 60 y US$ 70, son de uso personal y valen para una admisión por noche al boliche durante 15 noches. Además ofrecen acceso preferencial al local (para evitar las históricas filas en la puerta) y una consumición gratuita por cada fiesta.
En Barbas, las VIP se agotaron, mientras que en Va Como Piña aún no. De todas formas, el encargado del local, Eduardo Sapico dijo a El Observador que esperan llenar todas las noches de las primeras semanas de enero gracias a la venta de entradas en la puerta.
fuente elobservador.

