Por RODNEY MUHUMUZA Actualizado febrero de 2025
KAMPALA, Uganda (AP) — La marcha mortal de los rebeldes apoyados por Ruanda a través del este del Congo podría extenderse a un conflicto regional que involucre a aún más países, advierten los analistas, y dos naciones vecinas con la mayor participación en el área rica en minerales podrían ser la clave para detener la violencia.
La toma de la ciudad de Goma por parte de los rebeldes del M23 el mes pasado y su avance sobre otra capital provincial han suscitado la preocupación de países del este y el sur de África. En una reunión conjunta de dirigentes de esas regiones celebrada el fin de semana no se ofrecieron propuestas firmes para poner fin a los combates, más allá de instar a que se celebren conversaciones y se establezca un alto el fuego inmediato.
Cabe destacar que no pidieron a los rebeldes que se retiraran de Goma.
Al concluir la cumbre, el Congo emitió una declaración en la que se felicitaba por sus “bases para un enfoque colectivo” para lograr la paz, pero existe la preocupación de que las alianzas que se han ido sucediendo desde hace mucho tiempo en la región también puedan conducir a un colapso colectivo.Pidiendo ayuda a los vecinos
El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, había buscado la ayuda de aliados en la región y más allá cuando los rebeldes del M23 resurgieron a fines de 2021.
Se enviaron tropas de Burundi, que tiene sus propias relaciones tensas con Ruanda, para luchar junto a las fuerzas congoleñas. Se desplegaron tropas de Tanzania, que fue sede de la cumbre del fin de semana, en el Congo bajo la bandera de un bloque regional. Y Uganda, que mantiene malas relaciones con Ruanda, ya había desplegado cientos de tropas para luchar contra otro grupo rebelde en el este del Congo.
fotoportada rebeldes M23 _ AP Sawasawa 012025