En el epicentro de las operaciones, Panamá, la policía allanó la sede central de Mossack Fonseca. Intentó buscar evidencia del «posible uso de la firma para actividades ilegales», tras la orden del fiscal Javier Caravallo, especializado en investigar crimen organizado y lavado de dinero.
La sorpresa por las revelaciones de los Panama Papers no cede y distintos países están tomando medidas para investigar posibles maniobras ilegales en paraísos fiscales. En paralelo, en Venezuela y Ecuador se registraron represalias y presiones contra los periodistas que investigaron a las sociedades offshore, en el marco del proyecto impulsado por el Consorcio Inernacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.