Lewis Hamilton, actual campeón del mundo de Fórmula 1, sorprendió a todos este domingo a su llegada al Gran Premio de Bahréin, por su atuendo. El piloto británico llegó vestido como un jeque, turbante incluido, pero con una gran cabeza de Jesucristo colgando de una no menos grande cadena que le colgaba del cuello. Por ser Bahréin un país islámico, Hamilton recibió críticas por no haber tenido en cuenta las sensibilidades del público. El piloto tuvo que dar explicaciones en Twitter, donde dijo «nada más que amor y respeto por esta cultura y por Bahréin».