El piloto ruso, que generó el abandono del tetracampeón del mundo con Red Bull y ahora en Ferrari en las últimas dos carreras, baja a Toro Rosso y a su butaca sube el joven Max Verstappen.
Novedades que traerá el Gran Premio de España de Fórmula Uno, que se disputará este fin de semana en el circuito de Catalunya. Red Bull hizo oficial algo que se venía manejando desde que finalizó el Gran Premio de Rusia: intercambio de butacas entre Max Verstappen y Daniil Kvyat.
«Perdón, no pude evitar el toque. Kvyat hizo una maniobra suicida», gritó Vettel luego de tocar a su compañero en Ferrari, Kimi Raikkonen, a la salida de la primera curva en el Gran Premio de China. El alemán, tetracampeón del mundo, terminó abandonando.
Dos semanas más tarde, el director de la transmisión del GP de Rusia tuvo que poner unos cuantos «bips» al audio del alemán, quien otra vez despotricó contra Kvyat, quien le chocó dos veces apenas iniciada la prueba: primero le pinchó una goma trasera en la curva 1 y luego le pegó de atrás y lo mandó contra las defensas, provocándole el abandono y sacando un Safety Car.
Cuando Vettel volvió a la calle de boxes, fue al pittwall de Red Bull y habló en forma muy amable con Christian Horner, el patrón de Kvyat. Seguramente no solo se quejó del joven ruso, sino que le hizo ver al jefe del equipo al que le dio cuatro títulos mundiales entre 2010 y 2013 que alguna medida debía tomar. Y Horner le hizo caso.
Red Bull ya oficializó que para España Kvyat vuelve a Toro Rosso (el equipo hermano menor), donde corrió hasta 2014, e intercambiará su puesto con Max Verstappen, quien a los 18 años será el compañero de equipo de Daniel Ricciardo.
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