En una histórica ceremonia para conmemorar la «Última Cena del Señor», el papa Francisco lavó en Castelnuovo di Porto los pies de 12 inmigrantes y criticó durante la ceremonia del Jueves Santo a los fabricantes de armas por «estar detrás» de los atentados en Bruselas.
Francisco lavó los pies de mujeres por primera vez de manera oficial, tras realizar en enero una reforma a la liturgia para que no sólo los hombres puedan estar incluidos en la ceremonia.
Uno por uno, el pontífice lavó y besó los pies derechos de cuatro nigerianos católicos, tres mujeres eritreas coptas, tres musulmanes de Siria, Pakistán y Malí, un indio de religión hindú y una voluntaria italiana católica que trabaja en la cooperativa social Auxilium, encargada del centro donde se realizó la ceremonia, celebrada por primera vez en la historia fuera de Roma.