«Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio», sostiene el papa.
El Papa ha llamado a los sacerdotes a evitar posturas rígidas ante las situaciones familiares «irregulares», como los divorciados vueltos a casar, y ha apoyado su readmisión en los sacramentos mediante un proceso de acompañamiento.
Así lo sostiene en su exhortación apostólica, «Amoris Laetitia» («La alegría en el amor»), publicada hoy y en la que indica el «camino del discernimiento», es decir, que un pastor identifique caso por caso las «situaciones irregulares», como una pareja de divorciados vueltos a casar, para su readmisión en los sacramentos.
«A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que ‘no están excomulgadas’, y no son tratadas como tales, porque siempre integran la comunión eclesial», defendió.
Y agregó: «Estas situaciones ‘exigen un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto, evitando todo lenguaje y actitud que les haga sentir discriminadas, y promoviendo su participación en la vida de la comunidad».
Por eso, el papa indica que «la lógica de la integración es la clave de su acompañamiento pastoral, para que no solo sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una experiencia feliz y fecunda».