Dos leones muertos, “Manolo” y “La Flaquita”, fue el costo de la acción tomada para salvarle la vida a un joven de 20 años con sus facultades mentales perturbadas, quien trepó la reja e ingresó al recinto donde habitaban tres fieras. El hecho ha conmocionado a la opinión pública y encendió la redes sociales, donde grupos de animalistas cuestionan la muerte de los animales, la seguridad al interior del zoológico e incluso al existencia de estos lugares en el país.
Para Mauricio Fabry, director del Parque Metropolitano y del cual dependen el Zoológico de Santiago, se actuó de la manera correcta frente a un hecho inédito en los 90 años de vida del recinto. Nunca antes en Chile alguien cometió un acto de esta naturaleza y son muy pocos los casos similares ocurridos en el mundo.
Se ha cuestionado la facilidad con la que ingresó este joven al foso de los leones y que el techo no estuviera sellado.