Reino Unido_Del Brexit al «Bregret»: el 57% de los británicos es partidario de volver a la UE, cinco años después de salir del bloque
Cuarenta académicos hacen un severo diagnóstico de lo que ha supuesto la salida del Reino Unido de la UE en el informe ‘The Brexit Files’
El Brexit ha mutado con el tiempo en el «Bregret»: una mezcla de descontento y «arrepentimiento» entre la mayoría de británicos, que, sin embargo, se han alineado con el pacto de silencio entre los políticos cuando se cumplen cinco años de la consumación de la salida de Unión Europea. «El Brexit no ha funcionado como esperaba el 52% de la población que votó a favor», reconoce el profesor John Curtice, considerado como el oráculo de la política británica. «Se subvaloró el impacto económico, la inmigración ha seguido creciendo, la salud pública se ha deteriorado… El único punto en el que la gente cree que hemos salido ganando es en un mayor control sobre nuestros propios asuntos».
El 57% de los británicos son hoy por hoy partidarios de volver a la UE. Tan sólo el 33% admite a estas alturas que salir fue la decisión «correcta». Y aunque la opinión pública está cambiando, la sensación del «Bregret» no se ha traducido en la práctica en un volantazo o «Breversal«, de ahí el empeño del premier Keir Starmer en no remover el tema.
Hasta aquí algunas de las conclusiones de The Brexit Files, el informe en el que han participado cuarenta académicos, prestos a hacer un examen exhaustivo del impacto, en contraste con el mutismo oficial que pesa sobre el quinto aniversario de la salida oficial del bloque comunitario en la medianoche del 31 de enero de 2020, con aquel reloj que Boris Johnson decidió proyectar sobre Downing Street para festejar el sonado divorcio.
«La UE ha sido siempre una cuestión problemática para el Reino Unido, estando dentro o estando fuera», advierte John Curtice, que reconoce cómo la cuestión ha terminado rompiendo la línea divisoria de los partidos y se ha alimentado el fuego de las guerras culturales de los últimos años.
El cambio en la opinión pública lo achaca Curtice no tanto al «arrepentimiento» de los brexiteros como al relevo generacional, con la entrada en juego de votantes jóvenes. La población británica estuvo, de hecho, dividida en dos mitades casi iguales, oscilando en torno al 50% hasta la caída de Boris Johnson y el batacazo de Liz Truss en 2022, «que marcó la tendencia actual contra el Brexit».
«¿Por qué Starmer no se mueve más rápido?», se pregunta Anand Menon, al frente de UK in a Changing Europe y co-autor de The Brexit Files. «Los laboristas llegaron al poder con el objetivo de reconectar con los votantes favorables a la salida. Llevan meses hablando de resetear la relación con la UE, pero hasta ahora no han movido pieza. La consigna es hablar lo menos posible sobre el Brexit y evitar debates que puedan crear división, aunque por la puerta de atrás se esté propiciando un acercamiento».
La elección de Donald Trump ha creado incluso un nuevo dilema en Downing Street. «Los liberal-demócratas han aprovechado el cambio de guardia en Washington para reclamar un viraje hacia la UE», recalca Menon. «Pero si Trump llega a ofrecer un acuerdo sobre los aranceles, Starmer se puede ver obligado a elegir».
The Brexit Files indaga también en el impacto económico y recuerda cómo la Oficina del Presupuesto llegó a pronosticar una caída de la productividad del 4% y del 15% de las exportaciones a la UE. «La mayoría de los economistas coinciden a estas alturas en que no habido un choque, sino más bien un pinchazo lento», corrige el profesor del King’s College London, Jonathan Portes.
Las exportaciones e importaciones de bienes a la UE cayeron efectivamente, con un impacto notable en las pequeñas y medianas empresas. Al mismo tiempo aumentaron, sin embargo, la exportaciones de servicios (en consonancia con una tendencia gobal). La incertidumbre política se tradujo una caída de las inversiones, «pero es cada vez más difícil separar el impacto del Brexit de otras decisiones de política económica».
La mayor sorpresa del Brexit, en opinión de los expertos, ha sido el aumento de la inmigración neta en el Reino Unido, que en 2023 alcanzó el récord de 906.000. «Paradójicamente, podemos decir que el Brexit ha contribuido al multiculturalismo, al cerrar las puertas a la inmigración europea y abrirla a otras partes del mundo», destaca con cierta sorna John Curtice.
«¿Cuál es el nuevo lugar del Reino Unido en el mundo?», se pregunta por último John Usherwood, profesor de Estudios Internacionales en la Open University. «Es difícil saberlo porque si algo ha traído el Brexit fue la sensación de crisis permanente, con gobiernos centrados precisamente a la gestión de la crisis, en vez de poder avanzar hacia objetivos estratégicos. Los británicos están descontentos con la marcha del país, pero no encuentran la manera de seguir adelante».
fuente elmundoes