Las últimas innovaciones en envases buscan diseños más sostenibles con el medio ambiente, que requieran menos recursos para su fabricación y cuyos materiales sean biodegradables y compostables e, incluso, que procedan de fuentes alternativas al petróleo, los llamados bioplásticos.
Se obtiene de azucares de aguas residuales o resudo agroalimentarias
El proyecto LIFE+ WHEYPACK va a demostrar que es posible desarrollar envases plásticos para productos lácteos 100% biodegradables y viables económicamente, a partir del suero de leche derivado de la producción de queso. En concreto, el material sintetizado para la fabricación de estos nuevos envases será el polihidroxibutirato (PHB) que se obtendrá tras un proceso de fermentación de microorganismos a partir del suero de leche. La investigación, que cuenta con el apoyo del programa LIFE de la Unión Europea, está liderada por AINIA CENTRO TECNOLÓGICO (España) y participa, entre otros socios, la empresa Central Quesera Montesinos.
Otro ejemplo de colaboración con empresas punteras del sector que apuestan por soluciones tecnológicas en la búsqueda de una gestión más sostenible y el desarrollo de nuevos envases es la colaboración de Citresa, empresa perteneciente al Grupo Suntory, en el proyecto PHBOTTLE, cuyos resultados presentan el próximo 18 de abril en Bruselas. Un proyecto europeo que investiga cómo obtener una botella fabricada de un material polimérico biodegradable, en concreto PHB, obtenido a partir de la fermentación de las aguas residuales de la propia industria del zumo de frutas.
Otro proyecto que además ha tenido un reconocimiento destacado, como finalista en los Bioplastics Award 2015, es el primer envase cosmético 100% biodegradable y compostable, desarrollado por el consorcio formado por A. Schulman, Germaine de Capuccini y Petroplast, y el conocimiento tecnológico de AINIA y aimplas. Entre las principales ventajas de Biotube cosmetic destaca la reducción de las emisiones de CO2 en un 10% y que, en menos de 6 meses, el envase puede convertirse en materia orgánica frente a los 400 años que requiere un envase de plástico tradicional.