Cómo cocinar y Congelar alimentos sin perder Nutrientes
La preparación y conservación de los alimentos son factores que pueden afectar a la conservación de los nutrientes.
Tanto la cocción como la congelación provocan pérdidas nutricionales, pero la aplicación de las técnicas adecuadas minimiza este efecto. Al cocinar, el uso de agua caliente y el tiempo prolongado exponen los nutrientes a una mayor pérdida, especialmente las vitaminas C y del complejo B, que se disuelven en el agua. Cocinar los alimentos al vapor, utilizando la mínima cantidad de agua y preparándolos en trozos grandes o enteros ayuda a reducir estas pérdidas. La fritura rápida y la cocción con piel conservan mejor los nutrientes. La congelación, por su parte, es un proceso que ralentiza el crecimiento de microorganismos y, cuando se hace rápidamente tras la recolección, conserva la mayor parte de los nutrientes. Utilizar bolsas específicas para la congelación, etiquetarlas con la fecha y respetar las fechas de caducidad ayudan a la conservación. El escaldado es una técnica útil: consiste en hervir las verduras durante poco tiempo, enfriarlas en agua helada y secarlas antes de congelarlas, preservando su color y textura. De este modo, unas técnicas adecuadas de cocción y congelación alargan la vida útil de los alimentos y preservan su valor nutritivo, proporcionando una dieta sana. Incluso con las inevitables pérdidas, siempre es buena idea incluir fruta y verdura en la dieta diaria para asegurarnos de ingerir suficientes vitaminas y minerales
Escaldar es sumergir un alimento en agua hirviendo durante unos segundos para pelarlo, fijar su color o cocinarlo.Realiza previamente a la congelación de productos.
Escaldar, escalfar y blanquear: estas técnicas pueden ser la base de platillos tan sencillos o tan complejos como quieras, el chiste es dominarlas. ¿Las conoces? Las tres técnicas nos brindan distinciones únicas: el escaldado, requiere agua muy caliente y un tiempo breve; el escalfado es la cocción en un líquido a una temperatura específica; y por último, el blanqueado, refiere a sumergir alimentos en agua caliente seguido de un choque térmico.
- En primer lugar, se llena un recipiente amplio con agua y se lleva a ebullición (100 ºC).
- Se sumerge el alimento que queramos escaldar durante unos segundos, que variarán en función del tipo y la cantidad de alimento, y se retira con ayuda de una espumadera. En ocasiones, sobre todo si se trata de un alimento troceado, resulta útil usar un colador grande, por ejemplo.
- Inmediatamente después y para cortar la cocción, se introduce el producto en agua muy fría. Se pueden incorporar unos cubitos de hielo para bajar aún más su temperatura.
- Seguidamente el alimento se puede cocinar, congelar o procesar de la manera que se desee.
- fuentes MSN.com y cocinacocina.com