José Gervasio Artigas (Montevideo, 19 de junio de 1764-Quinta Ybyray, Asunción del Paraguay, 23 de septiembre de 1850) fue un político, militar y estadista rioplatense que lideró la Revolución Oriental.
Actuó durante la Guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y se destacó por ser el heraldo del federalismo en lo que hoy son Uruguay y Argentina. Recibió los títulos de «Jefe de los Orientales» y «Protector de los Pueblos Libres».
Por sus actuaciones, es recordado en ambas márgenes del Río de la Plata. En Uruguay es el héroe nacional y el máximo prócer del proceso independentista, y se le considera el Padre de la Patria. En la Argentina ha habido un proceso de revisionismo sobre la figura de Artigas, a partir del cual se le reconoce también como prócer de la independencia nacional.
En sus Apuntes biográficos sobre don José Artigas, el citado general Vedia, expresa:
Don José Artigas era un muchacho travieso e inquieto y propuesto a sólo usar de su voluntad; sus padres tenían establecimientos de campaña y de uno de estos desapareció a la edad como de 14 años y ya no paraba en sus estancias, sino una que otra vez, ocultándose a la vista de sus padres. Correr alegremente los campos, changuear y comprar en éstos ganados mayores y caballadas, para irlos a vender a la frontera del Brasil portugués, algunas veces contrabandear cueros secos, y siempre haciendo la primera figura entre los muchos compañeros, eran sus entretenimientos habituales.
Básicamente, Artigas reclamaba:
- Independencia de las provincias del poder español.
- Igualdad de las provincias a través de un pacto recíproco.
- Libertad civil y religiosa.
- Organización del gobierno como una república.
- Federalismo, con un gobierno supremo que entendiera solamente en los negocios generales del estado, y confederación referida a la protección que se debían las provincias entre sí.
- Soberanía de la Provincia Oriental sobre los siete pueblos de las Misiones Orientales.
- Ubicación del gobierno federal fuera de Buenos Aires.

Artigas en su ancianidad, por Alfred Demersay. Es el único retrato auténtico del general, aunque muy posterior a su actuación pública. Posiblemente en este se inspiró Blanes para sus retratos de Artigas.